El retorno de Zapatero

Algunos diarios hablan del retorno de ZP y de que molesta a Rubalcaba. Que yo sepa, Zapatero, como Aznar o como González, no se ha ido a ninguna parte, simplemente ya no ocupa los cargos que ocupó, eso es todo. El problema es que muchos de nuestros políticos conciben la política a su gusto y manera, de un modo funcionarial y rutinario, nada democrático,  y les molesta todo lo que no les ayuda, o eso creen; quieren una realidad más simple, una historia, por ejemplo, que ya no signifique nada, pero, por fortuna, no es ese el caso. Tanto Zapatero como Aznar o González han sido políticos importantes, independientemente de lo que de ellos se piense, han sido más que meros presidentes u ocupadores de un cargo, por importante que el cargo sea. No es lógico que, si no lo desean, se conviertan en monumentos inertes, no lo son. Su trabajo, y no su mero legado, significa algo, y es lógico que se muevan cuando todo está tan mal como parece, aunque moleste a la pareja de hecho que hoy trata de mangonear el cotarro, con tan poco éxito.


¿Derecho a que me olviden?

Aznar al aparato

Expectación por la conferencia de Aznar en el siglo XXI. ¿Qué dirá? ¿Qué podría decir? Lo que tengo claro es que Aznar, pese a todo, representa mejor que nadie una derecha posible y frustrada, la única esperanza de reequilibrio político e ideológico del sistema nacido tras la transición. También me parece indiscutible que cualquier recuperación de esa derecha no pasa por fundar un nuevo partido, sino por dar la batalla en el interior del que hay, porque los problemas pendientes tienen tanto que ver con la política en el sentido ideológico como con el ejercicio cotidiano de la política y hace falta mostrar que un partido que no tiene que ser anti-conservador en los valores y debe ser liberal desde el punto de vista político puede hacer mucho porque la democracia sea una realidad viva y operativa, además de impedir que otros lo impidan. Veremos si acierto o me equivoco. 
Las políticas de impedir al contrario y obligar al cliente

Aznar y la Física

En un momento en que las cosas se pusieron difíciles para el público, y era arduo explicar lo que era la Física, hubo quien trató de salir del impasse diciendo que Física es lo que hacen los físicos. La definición gustó a ciertos políticos, porque es estupendo poder decir, por ejemplo, que socialismo es lo que hacen los socialistas. Me temo que el aserto  debe gustarle a Rajoy, y no solo a Rajoy, para poder decir que la política del PP es la que hace el Gobierno, y que si el pobre Montoro nos sube los impuestos es muy a su pesar, y con enorme dolor.

Pues bien, en medio de tanta complacencia ideológica se nos apareció Aznar, al que el plasma no le quita brillo, se lo da. ¿Y que dijo? Pues que los físicos puede que hagan Física, pero que, si por ejemplo, cometen una estafa, no pueden refugiarse ni en Newton ni en Einstein, que la Física es otra cosa. Traduzco: que aunque la haga un Gobierno con apoyo del PP la política que el Gobierno está haciendo no es la política del PP. En la Física cuentan las evidencias, no solo los relatos, y en la política así debiera ser. Que la política de Rajoy no es la del PP es una obviedad, y si Aznar lo ha subrayado es para que los electores no se confundan, que podría pasar.

Subir impuestos, ponerse al pairo, carecer de proyecto, ceder ante los separatistas, soltar a Bolinaga, o disminuir todavía más la ya casi inexistente autonomía del órgano de gobierno de los jueces, no es la política del PP y no debiera seguir siéndolo. Para empezar, Aznar, ha dicho con mucha claridad lo que muchos lamentan con pena, y es evidente que esto no puede quedarse en una simple constatación: recordando un título de Ortega, hay “Bronca en la Física”, y eso es muy bueno para la libertad, aunque a muchos no les suene el término.
hipocresía fiscal